La comunidad cristiana de la Parroquia Santo Tomás Apóstol de Choapa desarrollo en este mes una intensa actividad solidaria.
Les compartimos esta experiencia a través de este breve relato ilustrado con fotos. Esta acción solidaria que nuestra comunidad parroquial expresó en forma muy especial fue dirigida hacia unas 60 personas, trabajadores temporeros que alojan en nuestro recinto. Ellos trabajan en la cosecha de limones, mandarinas y naranjas. La mayoría de ellos son gente que proviene de Bolivia.
      
 
Les pagan bien, pero el trabajo es lento porque ellos son nuevos en este tipo de trabajos, en este tipo de cosecha. 
En este grupo, también se encuentran familias enteras, abuelos, parejas y niños.
La comunidad cristiana, es atenta con ellos, les traen y reparten ropas, zapatos, y alimentos no perecibles. 
Ellos están muy agradecidos y la gente de la comunidad cristiana también se ve contenta de poder ayudar a esta gente necesitada.
Nos alegramos con la comunidad que está atenta a la necesidad de las personas que llegan a nuestro pueblo y les salen al encuentro. Que Dios bendiga la entrega de cada uno/a y a quienes llegan a nuestro país en busca de posibilidades de trabajo. 

 

La vida misionera está constantemente en camino. Así nuestra presencia en la diócesis de Temuco fue concluida y la provincia volvió al norte, más específicamente a Chalinga, lugar que ha sido afectado por los terremotos. 

Nuestra presencia se  concretiza con nuestras hermanas María Adela, Mirian y  Niketud. Cada una se compromete desde sus talentos y las posibilidades que les ofrece el sector para llevar adelante su formación profesional. Así, estamos colaborando allí con la educación, la formación pastoral y la medicina alternativa.

 

“Trabajar no es sólo producir, trabajar es vivir”.
 
En su homilía, monseñor Manuel Camilo Vial se dirigió a los trabajadores que llegaron muy temprano a la parroquia Jesús Obrero del sector Pueblo Nuevo de Temuco, en dicha ocasión el padre Obispo señaló que “ recordamos la profunda solidaridad y compromiso de la Iglesia con todos los trabajadores y trabajadoras del mundo entero en el Día Internacional del Trabajo… y, como lo hemos expresado muchas veces, la Iglesia no puede olvidarse de su origen, de su cuna: Jesús, es el hijo del carpintero José, que con su humilde trabajo sostuvo y alimentó al Hijo de Dios y a su madre María”.

El padre Obispo, hizo alusión al Evangelio Social de la Iglesia, agregando que “ la palabra y la presencia de Jesucristo en el mundo del trabajo, nos permite tener una mirada positiva, una mirada nueva, como la de Jesús, para descubrir en ellas nuevas posibilidades de amor, de redención, de justicia”. Mencionó además que los Obispos de América Latina y el Caribe reunidos hace cinco años en Aparecida, anunciaron” la Buena Nueva de la dignidad humana, de la vida, de la familia, de la actividad humana, la buena nueva del sentido del trabajo para el hombre”. Pero, a su vez, manifestó que desafortunadamente aun estamos inmersos en desequilibrios económicos y sociales existentes en el mundo del trabajo, “Vivimos un periodo de gran dinamismo económico y empresarial, pero también de expectativas y demandas sociales; como actores que no se encuentran ni dialogan, pareciera ser que ambos comparten la idea de un proyecto de sociedad tan disímil como imposible de compartir… es claro que cada cual está pensando en una idea distinta de sociedad”.


 

 El día 3 de noviembre, el sol iluminaba y el corazón de la Comunidad San pablo irradiaba de alegría, pues después de trece años ven que su sueño de tener su propia capilla se acercaba. Esa mañana, muchos de la comunidad ayudaban a descargar los paneles y materiales que se compraron en el Hogar de Cristo de Santiago para levantar su capilla.

  Me alegré de ver la colaboración y entusiasmo con que hombres, mujeres y jóvenes ayudaban a descargar y se turnaban para cumplir el cometido de guardar todo bajo techo a fin de evitar robos y la lluvia. Ahora, queda la tarea de levantar la capilla y lego disfrutarla como comunidad cristiana que vive alegre y solidariamente su Fe. (nos escribe Hna Rafaela)

Desde Marzo, se encuentran en la diócesis de Temuco, nuestras hermanas María Angélica, Nilima y Mirian. Ellas han sido acogidas gentilmente por el padre Obispo Mons. Camilo Vial, en la Casa de retiros de la Diócesis, desde están dando sus primeros pasos.

 

Hasta el momento, han recorrido practicamente casi todos los rincones del Sector Pedro de Valdivia, Parroquia de la Anunciación del Señor, buscando una casa para arrendar y aún no han logrado su objetivo. En tanto, Hna María Angélica se ha integrado a trabajar en la Dirección Estudiantil de la Universidad Católica de Temuco y Hna Nilima ha retomado sus estudios de Trabajo Social en la misma Universidad. Mientras que Hna Mirian está integrándose un poco más a la Parroquia, conociendo los diversos grupos y comunidades existentes a fin de descubrir por donde puede colaborar con las comunidades cristianas urabanas y/o rurales.

 

Ellas, recientemente en su paso por nuestra casa central, nos has compartido su gratitud hacia tanta gente que ha manifestado preocupación y cuidado por ellas, especialmente hacia Mons. Camilo Vial. Esta búsqueda les permitido conocer a la gente desde otra perspectiva, conocer los agentes pastorales, movilizarse por el sector y en esta búsqueda solidarizar con muchos que buscan como ellas, donde vivir... ánimo hermanas y que el Señor de la vida, nos muestre el lugar que les tiene preparado!