ARNOLDO JANSSEN

Arnoldo Janssen nació el 5 de noviembre de 1837 en Goch, una pequeña ciudad de la Baja Renania (Alemania). Segundo entre diez hermanos, aprendió de sus padres la dedicación al trabajo y una profunda religiosidad.

El 15 de agosto de 1861 fue ordenado sacerdote para la diócesis de Münster y fue asignado a enseñar en la escuela secundaria de Bocholt, donde adquirió fama de maestro estricto pero justo. Su profunda devoción al Sagrado Corazón de Jesús lo llevó pronto a ser nombrado director diocesano del Apostolado de la Oración. Desde este apostolado, Arnoldo buscaría abrirse también a cristianos de otras denominaciones.

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Poco a poco fue creciendo su conciencia de las necesidades espirituales de la gente aún más allá de los límites de su propia diócesis, hasta convertirse en preocupación por la misión universal de la Iglesia. Decidió dedicar su vida a despertar en la iglesia alemana la conciencia de su responsabilidad misionera. Con este objetivo en mente, en 1873 renunció a su cargo docente y pronto fundó "El pequeño mensajero del Corazón de Jesús". En esta revista mensual de nivel popular ofrecía noticias misionales y animaba a los católicos de lengua alemana a hacer más para ayudar a las misiones.

Eran tiempos difíciles para la iglesia en Alemania. Los liberales habían puesto a los católicos bajo la sospecha de ser peones de una central eclesiástica romana y de hacerse dar orientaciones ultramontanas para actuar. Valiéndose de medidas legales, los paladines de las ideas liberales reinantes buscaban excluir a los círculos eclesiales de toda influencia sobre materias profanas. Al mismo tiempo, se trataba de poner todos los aspectos de la vida eclesial bajo el dominio del poder civil. Bismark había desatado el "Kulturkampf" ("batalla por la cultura"), que implicaba una serie de leyes anti-católicas, la expulsión de sacerdotes y religiosos y aún el encarcelamiento de varios obispos.

En esa situación caótica, Arnoldo Janssen sugirió que tal vez algunos de los sacerdotes expulsados podrían ser enviados a las misiones, o por lo menos ayudar a la preparación de misioneros. Otros países europeos tenían centros especiales para la preparación de misioneros… ¡pero Alemania no! Arnoldo fue descubriendo que era a él a quien Dios llamaba para esta difícil tarea. Muchos opinaban que no era el hombre indicado, o que los tiempos no estaban maduros. "El Señor desafía nuestra fe a realizar algo nuevo, precisamente cuando tantas cosas se están derrumbado en la Iglesia", era la respuesta de Arnoldo.

Con el apoyo de varios obispos, Arnoldo comenzó a juntar fondos mientras buscaba un lugar apropiado. La situación política en Alemania lo forzó a comprar una casa en Steyl, Holanda, apenas del otro lado de la frontera alemana. La inauguración de la casa tuvo lugar el 8 de septiembre de 1875, fecha que se considera la de fundación de la Congregación del Verbo Divino. Ya el dos de marzo de 1879 parten los dos primeros misioneros con rumbo a China. Uno de ellos fue José Freinademetz, oriundo de lo que hoy es Bolzano, en el norte de Italia, quien será canonizado junto con Arnoldo Janssen. Así, desde los mismos inicios, la "casa misional alemana" se convertía en una comunidad internacional. Esta apertura cada vez mayor a gente de distintas culturas y nacionalidades se volvería una característica fundamental de las congregaciones fundadas por Arnoldo Janssen.

Consciente de la importancia de las publicaciones para atraer vocaciones y fondos, Arnoldo estableció la propia imprenta apenas cuatro meses después de inaugurada la casa. Miles de laicos generosos dedicaron tiempo y esfuerzos a la animación misional en los países de habla alemana por medio de la distribución de las revistas de Steyl.

El aumento constante del número de estudiantes exigió un continuo trabajo de construcción. Muchos hombres trabajaron como voluntarios en la obra durante semanas, meses y aún años. Un buen número de ellos deseaban dedicar su vida al servicio de la misión, no como sacerdotes, sino desde sus propios oficios. De este modo la nueva congregación se desarrolló desde el principio como comunidad de sacerdotes y Hermanos, a pesar de que esa no había sido la intención original. Al dar a los hermanos una buena formación profesional y confiarles cargos de importancia, Arnoldo ayudó a concebir un nuevo tipo de Hermano religioso misionero.

En 1885, en el primer Capítulo General, la comunidad se constituyó como congregación religiosa, con el nombre de Sociedad del verbo Divino, para el anuncio del Evangelio especialmente entre los no-cristianos. Arnoldo Janssen fue elegido primer superior general.

Los voluntarios que ayudaron en la casa misional no sólo fueron hombres. Prácticamente desde el comienzo, un grupo de mujeres se puso al servicio de la comunidad, ayudando especialmente en la cocina, el lavado de ropa y la limpieza. Su deseo era servir a la misión como Hermanas religiosas. Entre ellas se encontraba la Beata María Helena Stollenwerk. Este deseo, los años de fiel servicio, y la conciencia de la importancia de las mujeres en las misiones, llevaron a Arnoldo a fundar la congregación de las "Siervas del Espíritu Santo" el 8 de diciembre de 1889. Las primeras Hermanas partieron hacia Argentina en 1895.

En 1896, el P. Arnoldo eligió a algunas de las Hermanas para formar una rama de clausura, las "Siervas del Espíritu Santo de la Adoración Perpetua". Su servicio a la misión sería la de rezar día y noche por la Iglesia y especialmente por las otras dos congregaciones misioneras, manteniendo un servicio in-interrumpido de adoración al Santísimo Sacramento.

Las congregaciones crecieron rápidamente. Cuando se celebraron las bodas de plata de la casa misional había 208 sacerdotes, 549 Hermanos, 190 Hermanas, 99 estudiantes de teología y otros 731 estudiantes de diferentes niveles.

Arnoldo murió el 15 de enero de 1909. Su vida fue una permanente búsqueda de la voluntad de Dios, de confianza en la providencia divina y de duro trabajo. Que su obra ha contado con la bendición del Señor lo atestigua también el desarrollo ulterior de su obra: más de 6.000 misioneros del Verbo Divino trabajan hoy en 65 países. Las misioneras Siervas del Espíritu Santo se encuentran presentes en 35 países con más de 3.800 hermanas. Las Siervas del Espíritu Santo de Adoración Perpetua superan el número de 400 en 10 países.

Arnoldo Janssen fue beatificado el 19 de octubre de 1975 por S.S. Pablo VI y recientemente canonizado el 5 de octubre de 2003 por el Papa Juan Pablo II


ALGUNOS DE SUS DICHOS:

  • "Un corazón humano es algo muy curioso, y sólo puede ser conquistado con mucha benevolencia, amor y ternura."
  • "El anuncio del Evangelio es la primera y más grande obra de amor al prójimo".
  • "Viva Dios Uno y Trino en nuestros corazones y en los corazones de todos los hombres."
  • "Sea conocido, amado y glorificado por todos los hombres Dios Uno y Trino".
  • " Ante la Luz del Verbo y el Espíritu de Gracia desaparezcan las tinieblas del pecado
  • y la noche de la incredulidad y viva el corazón de Jesús en los corazones de todos los hombres."
  • "Si invocaremos siempre al Espíritu Santo, Él dará otro rumbo a los acontecimientos del mundo".
  • "Quiero amar a Dios, sencilla y humildemente como un niño"
  • "La castidad forja corazones fuertes y da un espíritu alegre."

 

 

MADRE MARIA HELENA

Helena Stollenwerk nace el 28 de noviembre de 1852, en la aldea de Rollesbroich, Alemania. Es la primogénita del matrimonio de Peter Stollenwerk y   María Bongards.

La infancia de Helena transcurre en medio de un ambiente familiar propio de una familia campesina, su padre, viudo había llevado a vivir con la fa­milia a tres hijos sordomudos. Helena aprendió a temprana edad a atender a sus hermanos minusválidos y com­prenderlos sin necesidad de palabras. Nació así en ella su vocación deservicio al prójimo.

Por otra parte se inscribe en la recién fundada Asociación de la Santa Infancia, lee con avidez las revistas que publica la obra misional, el testimonio de los misioneros en China prende en la joven Helena la llama de la vocación misionera. En privado hace votos de celibato y se dispone a vivir desde ya como una religiosa misionera.

A los 19 años declara su deseo de ingresar a una congregación religiosa, para que esto se cumpla ora constan­temente y se impone muchas priva­ciones, acepta las tareas más difíciles y desagradables, ayuna mucho, lleva comida a los pobres, cuida a los en­fermos y ayuda a bien morir a los agonizantes.

El 18 y 19 de marzo de 1881, Helena conoce al Padre Amoldo Janssen, (Fundador de la Congregación del Verbo Divino) el cual le explica que por el momento es poco probable fundar una comunidad de religiosas misioneras pero que si ella está dis­puesta, podrá dedicarse a los queha­ceres de cocina en el seminario misional, Helena de vuelta en su casa contesta por escrito " Después de haber estado en Steyl, toda mi es­peranza es que me admitan de criada en la nueva casa de misión... hasta que llegue  la hora, con la ayuda de Dios, de ser admitida al noviciado.''

Al anochecer del 29 de di­ciembre de 1882, Helena Stollenwerk ingresa en Steyl como criada, para colaborar con las hermanas de la Di­vina Providencia en las fae­nas de la cocina. Siete años tuvieron que transcurrir para la noche del 7 de diciembre de 1889, en que Helena junto con otras cinco criadas se instalaran en un antiguo convento capuchi­no. Al día siguiente 8 de diciembre las ayer sirvientas eran ahora postulantes. Había comenzado la fundación de las Religiosas Misioneras Siervas del Espíritu Santo. María Helena Stollenwerk es nombrada superiora y maestra de las novicias mayores.

El 12 de marzo de 1894 María y otras once novicias van a pronunciar sus votos, unos meses más tarde, en agosto del mismo año, María recuerda a su superior que su período está por expirar, v con este propósito le escribe; "Siento una gran necesidad de ser relevada. La responsabilidad es grande y mis capacidades son muy escasas. Los deberes me traen muchas preocupaciones y son un obstáculo para la oración." Pero su superior la confirma en el cargo, y ella le da gracias con sumisión y le escribe; "A Dios la gloria, a mis hermanas el provecho y a mí la carga." Este es el lema que le ayuda a vivir y a trabajar en forma incansable. 

Un año más tarde ve frustrado su anhelo de poder m isionar en China, dado los graves problemas políticos existentes en la época, y deberá contentarse con despedir a cuatro hermanas que serán las primeras en salir a misión, y cuyo destino es Argentina. El 11 de Septiembre de 1895 las cuatro misioneras parten de Steyl. "Se me va el corazón con cada hermana que parte a misionar"comentaba María Helena. 

El Padre Arnoldo Janssen se propone fundar la sección de hermanas de la Adoración Perpetua, de vida contemplativa y el 8 de diciembre de 1896 se funda la sección de clausura de las Siervas del Espíritu Santo de la Adoración Perpetua, a María le atraía esta forma de vida religiosa pero su nombre no estaba en la lista de her­manas elegidas. Al poco tiempo el Padre Janssen pregunta a María sí le gustaría ingresar a la sección de clau­sura, esta acepta ingresar luego de un difícil discernimiento que por supuesto dejaba sin esperanzas de cumplir su sueño dorado el cual era misionar.

Ya dentro del claustro la otrora María Helena Stollenwerk pasó a llamarse María Virgo. Dando muestras de humildad infinita la hermana María Virgo colabora es­trechamente con la superiora María Michaela, quién anteriormente había sido su novicia. La hermana María Virgo cae gra­vemente enferma, victima de una meningitis tuberculosa, el 27 de fe­brero recibe la unción de los en­fermos, el superior general de la orden, ausente , envía un telegrama diciendo que la hermana María Virgo puede hacer su profesión como re­ligiosa de clausura, la cual se lleva a efecto el 31 de enero, tres días más tarde y en medio de fiebre muy alta y fuertes dolores pro­nuncia sus últimas palabras en forma casi inteligible " Jesús, he vivido para ti; Jesús, muero para ti..."

 

El 3 de febrero de 1900, a las dos de la tarde expira la hermana María Virgo.  Helena se caracterizó por su espíritu de oración, su profun­da fe en Dios. Fue, según quie­nes la conocieron, una mujer siempre paciente y silenciosa que no escatimaba el sacrificio por servir a los demás. Fortale­cida en un amor y entrega a Dios y a sus hermanos, llegó a realizar los servicios más humil­des. 

Tenía un carácter muy sen­sible, dominaba sutilmente el arte de la comunicación, sabía dar la palabra adecuada, el gesto amoroso, irradiaba alegría y participaba de las tristezas de sus hermanas. Era generosa con todas las personas. Su preocupación máxima y principal fue el fomento de la caridad mutua. Dios era la fuente de su ina­gotable energía. En sus horas de oración invocaba con insis­tencia la acción del Espíritu Santo.  Estas virtudes, entre otras fueron reconocidas en su beatificación realizada en Roma el 7 de Mayo de 1995.

Breve reseña

Helena Stollenwerk nació el 28 de noviembre de 1852 en Rollesbroich, Alemania. Desde niña sintió gran pasión por las misiones y su sueño era ser misionera en China.

Para cumplir con su deseo se comunicó con Arnoldo Janssen, sacerdote alemán, que había fundado una Congregación Misionera masculina: la Sociedad del Verbo Divino.

En 1882 ingresó como criada en la Casa Misional de dicha Congregación en Steyl, trabajando y esperando la fundación de la Congregación de las Hermanas, la cual se dio el 8 de diciembre de 1889.
Fue la primera Superiora y Formadora de las Hermanas.

En 1884 hizo sus primeros votos y en 1898 paso a las Hermana de Clausura. En 1900 se enfermo de Meningitis Tuberculosa; hizo la profesión perpetua y murió el 3 de febrero del mismo año a los 47 años de edad.

El fundador lo nombró co-fundadora de la Congregación junto a la Madre Josefa.

 

 

MADRE JOSEFA

Nació el 28 de mayo de 1852 en Issum, Alemania. Sus padres fueron Guillermo Francisco Stenmanns y Ana María Wallboom.

Hendrina desde la temprana edad se sentía atraída a la vida religiosa y al servicio de los pobres y enfermos, pero no veía ninguna posibilidad donde poder realizar su vocación

En 1894 se dirigió al Fundador de la obra Misional de Steyl, Holanda con el pedido de ser admitida a su obra misión.

Siete largos años esperaron con paciencia junto con Helena Stollenwerk trabajando como empleadas en la cocina de la casa misionera.

Hasta que finalmente el 8 de diciembre de 1889, Arnoldo fundó la Congregación Misionera Siervas del Espíritu Santo. Hendrina y Helena junto con otras cuatro mujeres entusiastas por las misiones, pudieron iniciar su vida religiosa misionera.

Hendrina recibe el nombre de hermana Josefa. Tomó el hábito a principios de 1892 después de la Madre María Helena, dirigía la comunidad de las hermanas. Falleció el 20 de mayo 1903.