“No se asusten. Ustedes buscan a Jesús Nazareno, el que fue crucificado, Resucitó: no está aquí; éste es el lugar donde lo pusieron, ¿no es cierto? Ahora bien, vayan a decir a Pedro y a los otros discípulos que Jesús irá delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán tal como Él se lo dijo” (Mc. 16, 6-7)

 


 El anuncio de la Resurrección de Jesús nos vuelve a lo cotidiano de la vida de Jesús y sus discípulos: Galilea. Es allí donde Él se hará presente.

 

Participar de la Pascua de Jesús nos lleva al aprendizaje de hacer el camino con El, quien asumiendo nuestra realidad humana en todas sus dimensiones al encarnarse hasta experimentar la muerte, nos señala que la vida no concluye allí, sino que podemos transformar lo que nos parece que ya no tiene sentido.

 

Así, desde la Resurrección de Jesús, somos invitadas/os  al encuentro, a la comunión con el Dios Eterno y misericordioso, que Jesús llama "mi Padre y el Padre de ustedes".

 

Creer en el Resucitado es una invitación a posicionarnos frente a la vida reconociendo:

 

  • Las ventanas que necesitamos abrir, para que entre el Espíritu de Dios en nuestras vidas  e instituciones y nos dejemos conducir a las transformaciones que su amor impulsa;
  • Los cambios necesarios a realizar en nuestro diario vivir para salir de la monotonía y rutina que va matando la vida y compartir con nuestros hermanos/as;

  • Los giros copernicanos que hemos de efectuar y sostener para vivir los valores del amor, de la gratuidad y del respeto del otro diverso que camina con nosotros/as y que como nosotros/as, busca ir tras las huellas de Jesucristo en medio de nuestra sociedad.
  • Los rostros que irrumpen de modo sorpresivo en nuestra vida, invitándonos a practicar lo que profesamos;

  • Lo que hemos realizado a medias, lo que hemos arruinado con nuestro pecado y nuestras flaquezas y sin embargo, seguir creyendo que en Él, todo alcanzará su plenitud...
  • Cultivar los espacios del silencio, de la gratuidad, del vacío… a fin de capacitarnos para acoger la novedad que es DIOS, siempre sorprendente en medio de lo pequeño, simple, sencillo y frágil de nuestro ser.

 

Reconozco que la experiencia de Pascua de Resurrección vivida, me invita a reconocerlo en lo cotidiano de la vida, allí donde se abre lo diferente, lo nuevo, lo trascendente en medio de lo conocido, lo establecido, lo rutinario, lo problemático… incluso, en medio del caos y el sufrimiento. El amor busca la Vida y la potencia, allí donde todo parece perdido, simplemente porque AMA! 

 

Una invitación a comunicar como el amor hace nueva todas las cosas, experiencia que nos testimonia de modo ejemplar Pedro, quien conociendo su vulnerabilidad, se confía al amor del resucitado en la certeza de saberse conocido y amado y simplemente profesa “Señor, tú sabes todo, tú sabes que te quiero". ¡Feliz Pascua de Resurrección a cada uno/a!

 

 

 

Llegamos al término de un nuevo año y podemos preguntarnos ¿con qué recuerdos y experiencias me quedo de este año que se va?

 

Podemos quedarnos en los acontecimientos negativos que nos sucedieron, en los problemas o dificultades, en las enfermedades, las tristezas o deudas que nos preocupan… sin embargo no es todo, también podemos agradecer el don de la existencia y de quienes nos rodean la familia, amigos/as y compañeros/as de trabajo o estudio. Toda la bondad que hemos experimentado y las posibilidades de desarrollar nuestros talentos y capacidades de trabajar, de relacionarnos y amar.

 

Te invito a tomarte un tiempo de silencio, de reflexión y de gratitud a Dios por cuanto has logrado vivir intensamente en este año que despedimos.

 

 

Al mismo tiempo, prepárate para acoger la vida que ya palpita y gime en tu torno, al iniciarse este nuevo año 2012. Aprovechemos la sabiduría de la cultura mapuche quienes, con la  llegada del Año Nuevo celebran una re-actualización de su cosmogonía: es decir viven este acontecimiento como una nueva oportunidad para hacer mejor las cosas en el nuevo año.  Por ello se reúnen, afianzan sus vínculos cantando juntos, se lavan de lo malo del pasado en las aguas del lago, se disculpan, y hacen su rogativa, así se alistan para reiniciar el nuevo año (ellos lo celebran el 24 de junio, calendario lunisolar).

 

Así, reunidos junto a nuestra familia, a nuestra comunidad de amigos, de parientes… gocemos la vida que se nos regala y de las personas con las quienes compartimos nuestra existencia, nuestra capacidad de amar y entre las cuales aprendemos a ejercitarnos en relaciones humanas.  

 

DESEAMOS QUE EL 2012 TE REGALE MUCHAS BENDICIONES Y QUE TODO LO QUE ACONTEZCA TE LLEVE A UN ENCUENTRO MAS PLENO CON JESUCRISTO Y AL COMPROMISO DE SEGUIR CREANDO EL MUNDO POSIBLE QUE EL NOS MODELO. ¡FELIZ AÑO NUEVO!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pentecostés, la fiesta que desconcierta a cuantos estaban en Jerusalén, pues un grupo de hombres que parecen embriagados hablan en todas las lenguas y alaban las maravilla del Señor en sus vidas.

 

Dejémonos embriagar por su Espíritu y que su amor nos conduzca allí donde Él quiere en nuestra vida interior (personal), en nuestra vida familiar y comunitaria, en nuestro trabajo y/o servicio, allí donde nos encontramos y en todo lo que somos. El amor siempre nos llevará hacia el Amado y hacia aquellos a quienes El ama. Por ello, uno/as por otro/as imploramos para que nada nos distraiga de seguir las huellas del Amado en nuestra historia y de anunciar su amor a todos/as que los buscan hoy.

¡Espíritu dador de vida, vivifícanos hoy y siempre!

 

Feliz Pentecostés para ti y tu familia , con cariño, un abrazo, te lo desean

Tus hermanas Misioneras Siervas del Espíritu Santo

 

 

 

 


 NUESTRO APORTE DE MUJERES CONSAGRADAS A LA MISIÓN MAS ALLÁ DE LAS FRONTERAS.

 

 Nuestras primeras 6 Hermanas Misioneras Siervas del Espíritu Santo que llegaron a Chile, lo hicieron el 17 de febrero de 1934, atravesando la cordillera de Los Andes, pues provenían de Argentina. 

 

Vinieron para prestar su servicio en el área de la salud, pues en esos años había epidemia en el país. Fueron llamadas a atender los enfermos en el Hospital Barros Luco. Allí iniciaron su servicio como consagradas y al mismo tiempo, desde sus dones y talentos en el área de la salud. Así pronto, estuvieron conduciendo diversas áreas de salud y administrando el Hospital. 

 

Seguidamente, se fueron abriendo a otras necesidades que se les presentaron. Es así que, en 1937 se asume el servicio de educación en la Escuela que se iniciaba en El Monte, dedicada especialmente aniñitas. Un año más tarde, 1938, se asume el servicio del cuidado de niños enfermos en el Hospital Pediátrico en Viña del Mar.

 

El servicio misionero se va extendiendo a otras zonas del país, en 1945, se inicia con el servicio a los niños/as de Fresia (Puerto Montt) a través de la tarea educativa, iniciando una Escuela en la zona. Posteriormente, en 1953 se inicia una nueva comunidad dedicada especialmente a la educación en La Ligua y en 1958, se asume por petición de los Misioneros del verbo Divino la educación de una incipiente escuelita en la Población El Pinar. 

 

Con las nuevas luces e impulsos del Concilio Vaticano II, las hermanas fueron descubriendo nuevos modos de presencia y servicio evangelizador, fue así que surgió la Pastoral Campesina en Longotoma, la pastoral juvenil y la catequesis familiar en Osorno, 1985. En ambos lugares se constituyeron pequeñas comunidades de hermanas. Desde las comunidades ya establecidas, también hubo hermanas que fueron asumiendo este tipo de servicio misionero

 

Influidas también por los desfíos de Puebla y las orientaciones pastorales de los pastores chilenos, se emprende el camino hacia el norte del país, iniciando en 1988 una nueva fundación en El Tránsito, al interior de Vallenar. Se busca estar cada vez más cerca de la realidad del pueblo a quien servimos y hacer proceso de formación de comunidades de base en dicho lugar.

 

El crecimiento y la irradiación de la presencia misionera fue extendiéndose y hubo necesidad de contar con una casa de formación y al mismo tiempo de administración central, es así como emergió la Casa Central de la Provincia en Tomás Moro, en 1964.

 

Nuestra reciente fundación se ha realizado en Temuco. Una comunidad de hermanas que busca testimoniar a través de la presencia y su trabajo profesional y pastoral el amor de Dios que quiere alcanzar a todos; objetivo que también tiene nuestra comunidad Nazaret, ubicada en San Miguel.

 

El regalo de vocaciones en Chile, llevó a la congregación a buscar caminos de formación, haciendo experiencia de procesos formativos en la Casa Central y luego en pequeñas comunidades que han estado ubicadas en diversos sectores de Santiago. Actualmente la comunidad formadora se encuentra ubicada en la comuna de La Florida y cuenta con una pre-novicia.