monseñor Romero

Con ocasión de la canonización de Monseñor Romero, te compartimos esta bella oración.  La Iglesia hoy necesita hombres y mujeres apasionados por Cristo y los valores de su Reino.

Si compartes este deseo, unte a nuestra oración!

 DANOS LOCOS, SEÑOR

¡Oh Dios!, envíanos locos, de los que se comprometen a fondo, 
de los que se olvidan de sí mismos, 
de los que aman con algo más que con palabras, 
de los que entregan su vida de verdad y hasta el fin.

DANOS LOCOS, SEÑOR, DANOS LOCOS.
Danos locos, chiflados, apasionados, 
hombres capaces de dar el salto hacia la inseguridad, 
hacia la incertidumbre sorprendente de la pobreza.

DANOS LOCOS, SEÑOR, DANOS LOCOS.
Danos locos, que acepten diluirse en la masa 
sin pretensiones de erigirse en escabel, 
que no utilicen su superioridad en su provecho.

DANOS LOCOS, SEÑOR, DANOS LOCOS.

Danos locos del presente, enamorados de una forma de vida sencilla, 
liberadores eficientes de los pobres, 
amantes de la paz, puros de conciencia, 
resueltos a nunca traicionar, libres y obedientes, 
espontáneos y tenaces, dulces y fuertes.

DANOS LOCOS, SEÑOR, DANOS LOCOS.

Autor: L J. Lebret