Ven a mí, Espíritu Santo, Espíritu de Sabiduría:
dame mirada y oído interior para que no me
apague a las cosas materiales, sino que busque
siempre las realidades del Espíritu.
Ven a mí, Espíritu Santo, Espíritu de amor.
Haz que mi corazón siempre sea capaz de
más caridad.
Ven a mí, Espíritu Santo, Espíritu de verdad:
Concédeme llegar al conocimiento de la
verdad en toda su plenitud.
Ven a mí, Espíritu Santo, agua viva
que lanza a la vida eterna:
Concédeme la gracia de llegar a contemplar
el rostro del Padre en la vida
y en la alegría sin fin.