Señor de la Vida nos has dado el ejemplo,
nos enseñaste a amar hasta el extremo,
nos mostraste con tu vida lo que es vivir para los demás.
Ayúdanos a vivir el mandamiento del amor,
siguiendo tus pasos, tus opciones,
tu estilo y forma de amar.

Amar como Jesús, empezando por los más pobres,
por los excluídos del mundo,
por aquellos que a nadie le preocupan
pero sí le importan, y mucho, a nuestro verdadero Dios.

Amar como Jesús, sintiendo compasión activa por el otro,
comprometiéndose con el dolor ajeno,
haciéndose próximo al que sufre y está abandonado,
viviendo la solidaridad concreta
que nace de ver al otro como hermano.

 

Amar como Jesús, con paciencia y pasión,
con coraje y valentía, con gestos y actitudes,
de palabra y de obra, con la vida y con la entrega.

Amar como Jesús, recorriendo los caminos,
saliendo al encuentro, dando el primer paso,
denunciando lo que está mal,
anunciando lo que Dios quiere para todos,
mostrando con los actos
el rostro del Dios de la Vida y la Justicia.

Amar como Jesús,
en la práctica concreta y real de cada día,
amando en el hoy y ahora, amando a todos,
a través del servicio, la donación
y la entrega de lo mejor de cada uno
para el bien de los demás.

Marcelo A. Murúa