“Es hora de entrar en la noche sin miedo,
de quemar lo viejo y estrenar lo nuevo,
de quedarse en el corazón del mundo,
de creer en medio de la oscuridad y los truenos.
¡Dios con nosotros/as!
Es hora de levantarse del sueño,
de mirar los rincones y el horizonte,
de asomarse al infinito aunque nos dé vértigo,
de anunciar, cantar y proclamar.
¡Dios con nosotros/as!
Es hora de romper los esquemas de siempre,
de escuchar las palabras del silencio,
de cerrar los ojos para ver mejor,
de gustar su presencia callada,
de andar por los desiertos.
¡Dios con nosotros/as!
Es hora de despertar al alba,
de descubrir su presencia entre nosotros,
de iniciar caminos nuevos,
de andar en confianza,
de pasar a la otra orilla.
¡Dios con nosotros/as!
Es la hora de confesar la vida,
de hablar poco y vivir mucho,
de arriesgarlo todo apostando por Él,
de sentarse a la mesa y calentar el corazón,
de esperar contra toda esperanza.
¡Dios con nosotros/as!
Es la hora del Dios con nosotros/as,
Pisando la historia,
Abrazando las heridas,
Levantando la vida
Llenándonos de paz y alegría”