Vives Señor, no estas muerto.
Vives en Dios, tu Padre.
Vives en cada uno/a de los que te aman y siguen tu camino.
Vives Señor!
Vives en la justicia y en la bondad de todos los justos de la tierra.
¡Vives, no estás muerto!
La vida no se puede matar; la vida es más fuerte que la muerte.
Tu muerte Jesús, es el triunfo  sobre todos los que matan.
Enséñanos  a proteger y cultivar contigo la vida,
ofreciendo a todos nuestras manos de bondad, ternura, perdón y solidaridad.
Vives, Señor, no estás muerto!
Queremos ser testigos alegres de tu presencia viva,
Queremos acoger tu vida y derramarla a manos llenas entre quienes nos rodean. 
Gracias por llamarnos a ser testigos de tu vida resucitada!
 
A todos/as ¡una Feliz Pascua de Resurrección!