Febrero nos ha sorprendido con incendios difíciles de controlar, lo que ha afectado a muchos pobladores.
Lentamente, los habitantes de Chile en esta zona están superando este período difícil, después del incendio gigante y trágico en la zona Viňa del Mar, Quilpué y sus alrededores.
También experimentamos una ola enorme de la solidaridad y compasión. Cada día oramos por los damnificados y por quienes ayudan según sus medios.
El día viernes 9. nos juntamos con 40 jóvenes - voluntarios del valle Choapa para ir en ayuda a la gente en los cerros de Viňa del Mar. Gracias a la Empresa Buses Sol y Valle de nuestro pueblo Chalinga y Altafiesta salimos con ayuda material y con mucho ánimo a ofrecer nuestros corazones y manos a quien les necesita.
A decir verdad, me estaba preparando para encontrar mucha tristeza, llanto y desesperanza en este lugar. Pero, que sorpresa! Encontré una ola maravillosa de solidaridad y ayuda humanitaria integral – la gente repartiendo y recibiendo dones en tranquilidad, humildad y verdadero amor. En el aire, lleno de polvo, sentí que la gente tiene una gran esperanza y ánimo empezar de nuevo desde cero.
Nosotros, estuvimos en el lugar de Pompeya Sur. Allí repartimos primero alimentos no perecederos y artículos de higiene a las familias. Luego, nos dividimos en grupos pequeňos para trabajar. Todo el día ayudamos remover escombros, limpiar lugares y sacar las cenizas.
De este lugar nuevamente me llevé una experiencia de que la humanidad, la compasión, la humildad y la esperanza son más fuertes que el mal. Gracias, bendiciones y respeto a toda la gente de buena voluntad.
Hna. Pía, Ľubomíra Michalicová, SSpS