Movidas por la melodías de la compasión transformamos el mundo

Con motivo de Navidad, quisiera regalarles una pequeña reflexión.  Este tiempo nos permite experimentar el amor compasivo de Dios que asume en Jesús nuestra humanidad.

 

Como Misioneras Siervas del Espíritu Santo, contemplando a Jesús recién nacido en el pesebre, un lugar en los márgenes de la sociedad, donde a puesto su morada en medio nuestro, nos sentimos invitadas a susurrar y vivir la melodía de la compasión en nuestros entornos. Una melodía está compuesta de diferentes notas, silencios, intensidad… algunas notas de esta melodía que quisiéramos aprender, cultivar y testimoniar durante el año 2024, y en las que esperamos ustedes nos acompañen, son:

  • El conocimiento y reconocimiento del otro/a como otro, único, diverso y digno de respeto
  • La cercanía para visualizar sus necesidades e inquietudes, sus gozos y tristezas
  • La calidez en la escucha, la acogida, el encuentro y los diálogos de búsquedas y decisiones
  • La capacidad de hacernos y estar presente para compartir y acompañar la vida
  • La colaboración y corresponsabilidad a fin de que todos/as juntos podamos construir los espacios de CUIDADO de unos hacia otros que necesitamos desarrollar hoy
  • La contemplación y celebración del actuar de Dios en medio de nuestra vida cotidiana
  • La consolación que emerge de la compasión hacia los más vulnerables, en nuestras zonas vulnerables y en nuestras propias fragilidades, nos hace clamar y solicitar en esta Navidad, que Jesús nos enseñe a ofrecernos la compasión y consolación unos a otros/as.

Con este deseo, desde el gozo y la gratitud que el don de la fe nos regala experimentar, queremos aportar al anhelo de belleza, de bondad y de bien que nuestros  corazones  aspiran. Un bendecido tiempo de Navidad y un nuevo año 2024 colmado de alegrías y de relaciones pacificas.