La experiencia y compromiso de fe de un grupo de mujeres religiosas que estuvieron dispuestas a dejar su patria y aventurarse a cruzar fronteras, hizo posible que esta comunidad educativa se iniciará en esta zona hace 70 años. La decisión de dignificar a la mujer dándole posibilidades de estudios...

¿Con qué pagaremos al Señor, nuestro Dios, 

todo el bien que hemos recibido?

Queridos miembros de la comunidad Educativa Colegio Santa María de La Ligua: Estudiantes, Padres y Apoderados, Asistentes de la Educación, Docentes, Directivos, Autoridades de la Comunidad de La Ligua, exalumnas, hermanas SSpS y amigos/as de esta comunidad educativa

La experiencia y compromiso de fe de un grupo de mujeres religiosas que estuvieron dispuestas a dejar su patria y aventurarse a cruzar fronteras, hizo posible que esta comunidad educativa se iniciará en esta zona hace 70 años. La decisión de dignificar a la mujer dándole posibilidades de estudios cuando ello aún no era valorado en nuestro país, las llevó con precarios recursos a preocuparse por ofrecer educación de calidad a las mujeres de esta zona. No recordaré detalles, que ustedes quizás conocen mejor que yo, por la comunicación que se da de generación en generación de lo aquí vivido. En algunos aspectos, hemos ido creciendo poco a poco, con mucha perseverancia de quienes nos precedieron y cómo no dar gracias por ello, por ese pasado que fue gestando el presente que vivimos. Las/os que estamos aquí, podríamos recordar en un momento de silencio el nombre de una persona, rememorar una experiencia significativa o evocar un sentimiento de gratitud que me acompaña por lo recibido en esta comunidad educativa.

Un corazón agradecido construye el presente con alegría y pasión. Tenemos un patrimonio que cuidar y prolongar en el tiempo. Nuestra opción por ofrecer una educación gratuita y de calidad la vivimos en un contexto sociopolítico, cultural y religioso complejo, de grandes desafíos y posibilidades. Los docentes tienen la posibilidad de actualizar sus competencias y adecuarse a los cambios que la sociedad nos plantea desde su participación en la evaluación docente y las capacitaciones que se les ofrece en la Fundación Espíritu Santo lo cual suele verse retribuido con un mayor ingreso en su sueldo; las estudiantes, hoy en día, reciben muchos recursos y acompañamientos especializados para desarrollar sus talentos y capacidades de modo de convertirse en un futuro próximo en los actores sociales que irán construyendo el país, la sociedad que dicen soñar; el Ministerio de Educación, la administración central y el Directorio de la FES como las hermanas que acompañan algunas actividades en este colegio están volcados a entregar un sistema que favorezca el aprendizaje integral de todas las estudiantes en un ambiente de convivencia sano y saludable. 

  

Queridas estudiantes, a ustedes les corresponde la tarea de aprovechar las múltiples posibilidades que se les ofrecen, de organizar sus tiempos para desarrollar sus talentos y de cultivar relaciones de cuidado mutuo entre ustedes. Todos/as soñamos con un mundo que sea más equitativo, más solidario, donde cada uno/a tenga posibilidad de sentirse en casa, segura y al mismo tiempo, donde poder disfrutar de relaciones con los otros, sin temor a que el otro/a pueda hacerle daño. Eso lo comienzan a construir ustedes hoy, en sus relaciones cotidianas haciéndose cargo de sus expresiones. 

Todas son invitadas a conocer, valorar y vivir una espiritualidad Trinitaria que les ofrece este colegio, este Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas únicas, que viven la relación y la comunión tan profundamente que son una en el amor. Una espiritualidad que les invita a reconocer en su propia vida como Dios las ama y las llama a vivir en plenitud siguiendo las huellas de Jesús y dejándose animar por el Espíritu Santo. Nuestro Fundador Arnoldo Janssen decía que “Viva Dios Uno y Trino en nuestros corazones y en los corazones de todas las personas”. Vivir en la consciencia de ser habitados por la Trinidad, nos hace a cada una/o terreno sagrado, de ahí que las primeras generaciones aprendieron a saludarse cuando se encontraban, con “Viva el Espíritu Santo” y la otra le respondía “en nuestro corazones” Esta verdad nos recuerda como ha de ser nuestra relación con el otro, el respeto y la reverencia que hemos de tener unas hacia otras. Dios nos habita y habita en el corazón de tu compañera, amiga, padre/madre, profesora… viviendo en esta consciencia, queridas estudiantes, hará que sus vínculos y modos de relacionarse muestren lo mejor de su ser mujer, del ser personas y así hagan de este establecimiento un espacio educativo que marque la diferencia en esta ciudad. Confío que sus profesores, padres y apoderados estén modelando algunos de los aspectos que esta espiritualidad les aporta y que el llamado a ser misioneras desde el bautismo, se concretice en gestos pequeños en su diario vivir. 

Que María, Patrona de este colegio, la mujer que nos regaló la posibilidad de que Jesús camine entre nosotros/as, nos acompañe a cada uno/a, en el desafío de hacer de este espacio educativo, un lugar donde se siente que Dios nos habita y quiere irradiar su amor a través de nosotros/as a todos los rincones, no solo de La Ligua, sino también saliendo más allá de estas fronteras. 

Agradecemos estos 70 años. Pedimos la bendición de Dios para los que hoy conforman esta comunidad educativa y al mismo tiempo, imploramos su luz en el deseo de responder a los desafíos del hoy, desde un constante actualizarnos que manifieste y visualice nuestro perenne compromiso de entregar a las nuevas generaciones que confían en nuestro servicio, un proceso educativo inclusivo, de calidad integral y de sello cristiano misionero.  Con este deseo, les invito a colocar en las manos de María, el futuro que estamos haciendo germinar día a día en el caminar juntos gestando la paz. ¡Feliz y bendecido Cumpleaños 70° Colegio Santa María de La Ligua!