La identidad del Colegio Santa María se expresa en su nombre, en su visión, misión y valores. Es bueno fijarnos hoy en María, la Elegida y Amada de Dios. Ella tenía una misión concreta: la de dar luz al Hijo de Dios.

Celebrar un aniversario más es siempre motivo para dar gracias a Dios y a todas y todos que colaboran para que se concretice la visión y misión del colegio.

La identidad del Colegio Santa María se expresa en su nombre, en su visión, misión y valores. Es bueno fijarnos hoy en María, la Elegida y Amada de Dios. Ella tenía una misión concreta: la de dar luz al Hijo de Dios. Para esta misión Dios necesitaba una persona humilde, consciente de su ser criatura. Ella acompañó a su Hijo en su misión y sigue hoy acompañando el Colegio Santa María, su gran deseo es que toda la comunidad educativa llegue a conocer a Jesucristo. María realizó su misión siempre guiada por el Espíritu Santo. Siempre dispuesta al querer de Dios y a lo que hacía falta a otros. También ahora, percibe el grito de la humanidad y de la creación. Ella siempre cultivaba la interioridad que tanta falta hace a nosotros hoy. Es por eso muy necesario aprender a cuidar la interioridad: crear condiciones para que ésta crezca, para que el corazón se amplíe, para que los ojos se abran, para que vivamos desde más adentro, para ir más a fondo de todo, para gustar y saborear más la vida,  en fin, ser más persona.

Todos estamos llamados a crecer en el mundo interior haciendo y gustando el silencio; haciendo preguntas más sencillas y profundas yendo a fondo en el pensamiento, educándonos en la forma en que miramos a los demás, a las cosas de cada día, educándonos a la sensibilidad, aprendiendo a rumiar la vida, en el diálogo y la escucha y en la delicadeza de los pequeños detalles. Si cultivamos la interioridad brotará el gozo, la paz, la bondad, la compasión, el agradecimiento, la indignación, el compromiso. Todos valores muy apreciados por todos nosotros.

El cuidado de la interioridad ayuda a ir hacia el fondo de mí misma. La interioridad es lugar donde me encuentro con Dios. Es condición para ser persona, para avanzar en mi propia humanización, hacia una vida más plena. Integrar el cuidado de la dimensión interior, especialmente a través de la palabra, es urgente. Entendemos por interioridad aquello sin lo cual el ser humano es truncado en su dimensión profunda. La interioridad también abre un espacio en las relaciones humanas, de manera que permite el respeto radical hacia toda persona.  El cultivo de la interioridad posibilita que el otro sea reconocido y acogido en su misterio.

Pedimos a Dios Uno y Trino por intercesión de María que en este nuevo aniversario nos conceda la gracia de una mayor interioridad y nos regale un nuevo modo de vivir en este tierra, asombrándonos de la belleza de la creación: de una flor, de una nube que pasa, de una abeja que posa sobre una flor, de una área verde y sobre todo pidamos poder crecer en nuestra propia humanización.

Sintiéndonos pertenecientes al Colegio Santa María, queremos colaborar para que nuestras alumnas lleguen a acoger a Jesucristo en su vida, para que en ellas mismas se inicie un proceso de conversión necesaria en favor de todo lo que es vida. El cambio deseado de nuestra sociedad suele darse en pequeños pasos y acciones. Necesitamos también expresar nuestro Si, muy personal, como María para que se renueve el rostro de Dios en la tierra, en bien de todo y sobre todo para las futuras generaciones.