Con este lema, recordamos el sueño de nuestro Fundador, San Arnoldo Janssen, El deseaba que "Viva Dios Uno y Trino en nuestros corazones y en los corazones de todas las personas"
Agradeciendo la disponibilidad y docilidad que tuvo hacia el Espíritu que hizo posible que hoy muchos y muchas estemos viviendo nuestra vocación misionera.