Queridos/as Amigos/as:
Navidad es un tiempo que nos invita a que hablemos y vivamos la Esperanza. La esperanza de reconocer al Dios que camina con nosotros/as y que ha querido hacerse humano, cercano y vulnerable para mostrarnos cuánto somos amados/as. La esperanza que se nutre cuando lo acogemos y salimos al encuentro de los que están alejados de su amor, compartiendo lo que somos y tenemos.
En la alegría y gratitud por su presencia en medio nuestro, y en el deseo de renovarnos en nuestro compromiso misionero, les saluda y desea abundantes bendiciones del Señor de la Vida en esta Navidad y para el nuevo año que iniciamos. En nombre de sus hermanas de la Congregación Misionera Siervas del Espíritu Santo en Chile,
Hna María Salomé Labra M., ssps
Santiago, diciembre 2009