Con el lema "Con la fuerza del Espíritu compartimos Buenas Nuevas entre los pueblos", que convoca a las Misioneras Siervas del Espíritu Santo para el 14 Capítulo General, se reunieron las hermanas presentes en Chile, en su asamblea anual.

 

Su objetivo era tejer juntas una historia que exprese sus vivencias desde el último capítulo y compartir con Hna María Theresia, Coordinadora General, que se encuentra en Chile.

 

 
 
 
La provincia chilena recibe la visita de Hna Maria Theresia, Coordinadora General de la Congregación.
 
Permanecerá por un poco mas de 10 días visitando las hermanas y las comunidades en que las ellas están presente acompañando la vida de quienes les rodean. Desde ya, BIENVENIDA a CHILE HERMANA!

Con el lema "La voz de Cristo se escucha en nuestro grito" se reunieron cerca de 210 jóvenes en el seminario del verbo Divino entre los dias 25 al 27 de octubre del 2013.

 

Los jóvenes llegaron desde diversos puntos del país, provenientes de colegios animados por Verbitas o Misioneras Siervas del Espíritu Santo, entre otros. También de las parroquias animadas por nuestros hermanos.

 

Fue un encuentro de animación, formación y compartir la vida y la alegría de ser discípulos de Jesucristo.

Te invitamos a visitar las imagenes del encuentro, en nuestra galería fotográfica.  

 

Ya llega el DIA UNIVERSAL DE LAS MISIONES!

 

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 Queridos hermanos y hermanas,

este año celebramos Domingo Universal de Misiones mientras se clausura

el Año de la fe, ocasión importante para fortalecer nuestra amistad con el

Señor y nuestro camino como Iglesia que anuncia el Evangelio con valentía.

En esta prospectiva, querría plantear algunas reflexiones.  

 

1. La fe es un don precioso de Dios, el cual abre nuestra mente para que lo

podamos conocer y amar, Él quiere relacionarse con nosotros para hacernos

participes de su misma vida y hacer que la nuestra esté más llena de

significado, que sea más buena, más bella. ¡Dios nos ama! Pero la fe,

necesita ser acogida, es decir, necesita nuestra respuesta personal, el

coraje de poner nuestra confianza en Dios, de vivir su amor, agradecidos

por su infinita misericordia. Es un don que no se reserva sólo a unos pocos,

sino que se ofrece a todos generosamente. ¡Todo el mundo debería poder

experimentar la alegría de ser amados por Dios, el gozo de la salvación!

Y es un don que no se puede conservar para uno mismo, sino que debe ser

compartido. Si queremos guardarlo sólo para nosotros mismos, nos

convertiremos en cristianos aislados, estériles y enfermos. El anuncio del

Evangelio es parte del ser discípulos de Cristo y es un compromiso constante

que anima toda la vida de la Iglesia.

«El impulso misionero es una señal clara de la madurez de una comunidad

eclesial» (Benedicto XVI, Exhort. ap. Verbum Domini, 95). Toda comunidad

es “adulta”, cuando profesa la fe, la celebra con alegría en la liturgia, vive

la caridad y proclama la Palabra de Dios sin descanso, saliendo del propio

ambiente para llevarla también a los “suburbios”, especialmente a aquellos

que aún no han tenido la oportunidad de conocer a Cristo. La fuerza de nuestra

fe, a nivel personal y comunitario, también se mide por la capacidad de

comunicarla a los demás, de difundirla, de vivirla en la caridad, de dar

testimonio a las personas que encontramos y que comparten con nosotros

el camino de la vida.