Los primeros años del mi­nisterio de Amoldo Janssen es­tarán dedicados

a la enseñanza y al servicio del apostolado de la oración. Sin embargo, su meta fundamental será "la ta­rea misionera de la Iglesia en­tre los pueblos no cristianos y el logro de la unión de los cristianos".

 

El 8 de septiembre 1885 funda la Congregación Misionera del Verbo Divino, en una antigua casa de Steyl, cerca del Rio Mosa en Holanda.  Los comienzos fueron duros, especialmente por la falta de recursos. 

 

 

Sin embargo, Amoldo Janssen proseguirá su obra y durante varios años preparará pacientemente a sus sacerdo­tes. Cuando todo estuvo listo, José Freinademetz, austriaco y Juan Bautista Anzer, alemán, partieron a China. Eran los primeros misioneros. Después fueron enviados los misioneros a América del Sur, Estados Unidos, África, Nueva Guinea, Japón, etc.

 

El paso siguiente en su labor misionera, será la fundación del Instituto de Religiosas que con el tiempo dio origen a las Congregaciones: Misioneras Siervas del Espíritu Santo fundada el 8 de diciembre de 1889 y Siervas del Espíritu Santo de la Adoración Perpetua fundadas el 8 de diciembre de 1895. Las primeras son hermanas misio­neras y las segundas, consagra­das en estricta clausura a la oración.

Sin aspavientos y casi en si­lencio, Amoldo Janssen pasó a la presencia de Dios. Ello ocu­rrió el  15 de enero de 1909.

El 19 de octubre de 1975, Arnoldo Janssen fue beatificado por el Papa Paulo VI, junto a su primer misionero en China, el P. José Freinademetz.