Todas/os queremos celebrar el inicio de un nuevo año y ¿quién no se prepara y alegra con este acontecimiento? 

Sin embargo, no puedo dejar de expresar mi consternación frente al tipo de celebración que se promueve en el país y al cual nos hemos ido acostumbrando los chilenos.

 

Es cierto que un espectáculo de fuegos artificiales es fantástico y nos encandila... pero es necesario que se realice en muchas comunas, en diferentes lugares comerciales... ¿dónde queda nuestra preocupación por el medio ambiente?¿cómo cuidamos nuestro planeta con estos espectáculos?, ¿los costos de este espectáculo, no podrían encaminarse para mejorar las posibilidades de una buena atención de salud para los más pobres, o para mejorar la calidad de la educación...?

Imploremos la sabiduría de Dios para que aprendamos en el caminar a reconocer nuestras incoherencias y  al mismo tiempo, se nos regale el don de la creatividad para buscar alternativas de celebración que permitan el desarrollo sustentable de nuestro universo y el coraje del compromiso que nos lleve a tomar decisiones sabias en el diario vivir.

Feliz año nuevo!